Saltar a zona de contenidos

Diccionario económico - Carencia hipoteca

Carencia hipoteca

El periodo de carencia de una hipoteca es ese tiempo en el que, como titulares, dejamos de pagar las mensualidades del préstamo de manera temporal, sin que haya una sanción por demora (y entonces será total), o pagamos únicamente la parte de los intereses, reduciendo las cuotas significativamente (en cuyo caso sería parcial).

Es posible que ocurra algún imprevisto que repercuta en nuestra economía y que tengamos dificultades para hacer frente a las mensualidades. En estos casos, podríamos planteárnosla.

Puede ser interesante en caso, por ejemplo, de que tengamos que ahorrar una vez realizada la compra de la vivienda (en ese caso podríamos pagar menos cuota los primeros meses); o si somos nosotros quienes vendemos y necesitamos tiempo para cerrar la operación, o queramos evitar impagos. También si nuestro inmueble está en construcción o reforma. Y por supuesto, si hemos perdido el trabajo o hemos sufrido una reducción de sueldo y no podemos hacer frente al pago de la hipoteca.

En cualquier caso, lo ideal es que estas demoras estén contempladas en nuestro contrato de hipoteca. En caso negativo, podríamos negociarlas con el banco, aunque este tiene la posibilidad de negarse.

Podemos conseguir un aplazamiento si contratamos una hipoteca que la incluya en sus condiciones o en caso contrario, podremos negociarla con nuestro banco a posteriori. También cabe la posibilidad, si nos hemos acogido al Código de buenas prácticas y nos encontramos en la situación del umbral de exclusión que este recoge, podríamos solicitar una carencia parcial máxima de cinco años.

Antes de solicitarlo, es una opción que hay que pensarse mucho, pues debemos tener en cuenta los gastos por novación que acarrea (que es el trámite que supone cambiar las condiciones para ejecutar la carencia) y gastos de formalización.

Además, cuando termine este plazo es habitual que aumente nuestra cuota, debido a que los intereses se seguirán generando, y al terminar el aplazamiento se añadirán al coste de la hipoteca. En resumen, siempre ocasionan una subida en el precio total del préstamo.

De hecho, podemos contemplar algunas alternativas a la carencia hipotecaria, como negociar con nuestro banco una bajada del tipo de interés (y por tanto, reduciendo el importe de las cuotas); o alargando el plazo del préstamo unos años (y pagando menos cada mes); o reduciendo la vinculación (suprimiendo algunos productos que hayamos contratado en un primer momento).

Además

Simulador de hipoteca

Con nuestro simulador podrás calcular tanto las cuotas como los gastos asociados a tu hipoteca.
Saber más sobre simulador de hipotecas

Hipoteca variable

La hipoteca de siempre pero con las condiciones Bankinter.
Saber más sobre hipoteca variable